BIOGRAFIA
Jaime Roldós Aguilera (Guayaquil, 5 de noviembre de 1941 - Cerro Huayrapungo, cerca de Celica, Loja, 24 de mayo de 1981) fue un abogado y político ecuatoriano, trigésimo cuarto presidente constitucional de la República del Ecuador desde el 10 de agosto de 1979 hasta el 24 de mayo de 1981. Lideró el proceso de retorno al sistema democrático luego de casi una década de dictaduras civiles y militares.
Jaime Roldós gobernó el país un año, nueve meses y catorce días. El joven presidente gozó de mucha simpatía por sus altas cualidades humanas, morales, cívicas y alta preparación académica.
Resultó elegido por una alianza entre el partido populista Concentración de Fuerzas Populares y el partido demócrata cristianoDemocracia Popular. Venció en la segunda vuelta electoral al socialcristiano Sixto Durán Ballén, de tendencia conservadora. Murió el 24 de mayo de 1981 en el ejercicio del cargo, al estrellarse el avión en que viajaba.
Realizó en su mandato algunas obras de infraestructura importantes, y tuvo que afrontar el conflicto armado con Perú en 1981, conocido como la Guerra de Paquisha.
En el 30 aniversario de su fallecimiento, sus hijos insistieron en la tesis de que su muerte fue producto de un atentado por parte de la CIA contra el avión en que viajaba.
Estudios
Familia
Presidencia
Hechos destacados durante su mandato
Protección de los Derechos Humanos
Trágica muerte y funeral de Estado
Su educación secundaria la cursó en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte. Luego siguió jurisprudencia y ciencias sociales en la Universidad de Guayaquil, uno de los centros académicos más prestigiosos de América en ese entonces. Todos los años de estudios fue considerado su nombre para el premio "La Filantrópica". Igualmente en su facultad todos los años recibió premios que se otorga a sus mejores alumnos.
En 1962 se casó con Martha Rita Bucaram Ortiz (1941-1981), abogada que murió trágicamente junto a su marido. Tuvieron tres hijos Martha, Diana y Santiago.
Jaime Roldós, profesor universitario de 37 años, y jefe de fila de las fuerzas populistas, obtuvo el mayor número de votos. pero no consiguió el 50 % más uno necesario, en la primera vuelta.4 5
El 11 de octubre de 1979 Roldós pone el ejecútese al decreto que reduce a 40 horas la jornada del trabajo en la semana. El 1 de noviembre de 1979 se aprueba el decreto que duplicó el salario mínimo vital de los trabajadores, a 4.000 sucres mensuales (US$ 160 al tipo de cambio vigente a la fecha). El 8 de marzo de 1980 pone en vigencia el Plan Nacional de Desarrollo. El 15 de abril de 1980 se conformó una junta de notables del país para buscar la solución a una pugna de poderes con el Congreso Nacional, presidido por su antiguo co-ideario, mentor y tío político, Assad Bucaram.
El año 1981 lo anuncia como "el año del avance". A fines de enero y principios de febrero de 1981, hubo una confrontación bélica con Perú, en la Cordillera del Cóndor. Los enfrentamientos se dieron en la zona de Paquisha, Mayaycu y Machinaza.
Roldós con habilidad y diplomacia en medio de la tensa crisis, llevó a la OEA el problema territorial, quedando allí la evidencia que el problema existía, a pesar de las negativas de Perú. Se destacó la intervención de su canciller Alfonso Barrera Valverde.
Uno de sus más feroces opositores fue el entonces diputado socialcristiano León Febres Cordero, quien denunció un famoso negociado en el caso que se conoció como de las "muñecas de trapo".
La oposición de Febres Cordero a Roldós y luego a Hurtado fue el principal trampolín en su carrera política, que lo llevó a la Presidencia en 1984.
En la obra física y social, Roldós construyó varios importantes puentes, como el de El Juncal, en el límite entre las provincias de Imbabura y Carchi. Promovió el Plan Nacional de Desarrollo y el programa de Desayuno Escolar, para los niños de los sectores más pobres.
El aporte más significativo de Jaime Roldós fue su política internacional en materia de Derechos Humanos en una época en que la mayoría de países latinoamericanos eran gobernados por dictaduras militares como la de Pinochet en Chile y antecedidamente en el Ecuador.
A raíz de la elección de Ronald Reagan como presidente de los Estados Unidos de América el 4 de noviembre de 1980, estos sectores conservadores tuvieron oportunidad de poner de manifiesto su oposición, de donde derivó una pugna soterrada. En enero de 1981, Roldós declinó la invitación para asistir a la investidura de Reagan en razón de sus discrepancias en materia de Derechos Humanos y estrechó vínculos con el gobierno sandinista de Nicaragua y con el Frente Democrático de El Salvador, que se oponía al régimen militar en ese país Su lema fue siempre el país sobre todas las cosas.
El 24 de mayo de 1981, el avión de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) que transportaba al presidente Jaime Roldós, un Beechcraft King Air (FAE 001A) que había sido adquirido recientemente para avión presidencial, se estrelló contra el cerro de Huayrapungo ("Puerta de los Vientos", en quechua), en la provincia de Loja. Además del presidente, murieron todos los demás pasajeros de la aeronave: su esposa Martha Bucaram, el ministro de Defensa Marco Subía Martínez,Irlanda Sarango, los tenientes coroneles Héctor Torres y Armando Navarrete, el piloto y edecán del presidente, teniente coronel Marco Andrade, el copiloto teniente Galo Romo y la azafata Soledad Rosero. La aeronave había salido de Quito poco después de una ceremonia cívico-militar en el Estadio Olímpico Atahualpa, en donde se condecoró a los combatientes de la Guerra de Paquisha. Su destino era la localidad fronteriza de Macará, en donde el presidente debía tomar un helicóptero que lo trasladaría al cercano pueblo de Zapotillo, donde tenía previsto participar en otra ceremonia. Debía volver a Quito esa misma tarde, para la sesión solemne del Consejo Provincial de Pichincha.
Pocos minutos antes de aterrizar, y en la trayectoria de descenso hacia la pista de Macará, de la que todavía estaba distante unos 60 kilómetros, el pequeño avión presidencial se estrelló contra una gran roca en la cresta del cerro Huayrapungo, que estuvo a pocos metros de sobrepasar. Al no llegar la nave y perderse el contacto con ella, el helicóptero que esperaba en Macará al presidente despegó en su búsqueda, encontrando los restos del avión en la ladera del Huayrapungo.
Del cercano cantón Celica, distante 10 kilómetros del sitio del impacto, partieron patrullas del Ejército que ascendieron la montaña para rescatar los restos del presidente y su comitiva.
De Celica los despojos del mandatario y su comitiva fueron trasladados a Machala, en donde un avión C130 de la Fuerza Aérea esperaba para transportarlos a Quito.
Roldós fue reconocido por la corbata roja que usaba ese día. La autopsia confirmó que el presidente murió instantáneamente por politraumatismos producidos por el impacto. Moradores de la zona indicaron en 2006 al canal lojano Ecotel que los restos del presidente y su esposa eran los únicos reconocibles en el sitio de la tragedia. El exalcalde de Loja, José Bolívar Castillo, declaró que el accidente "había respetado el cadáver del presidente".
Apenas confirmada la muerte de Roldós, asumió el poder, mediante decreto ejecutivo, su vicepresidente, Osvaldo Hurtado Larrea, quien se dirigió a la Nación en un enlace televisado.7
En la capital tuvo lugar un funeral de Estado, en el Palacio de Carondelet y en la Catedral Metropolitana. Miles de quiteños se volcaron a las calles para expresar su dolor por la muerte inesperada y trágica del presidente. Asistieron como invitados especiales algunos presidentes latinoamericanos, como Rodrigo Carazo Odio de Costa Rica, Arístides Royo de Panamá, Luis Herrera Campins de Venezuela Fernando Belaúnde Terry de Perú y Julio César Turbay de Colombia.
Tras las ceremonias en Quito, los restos del presidente y su esposa fueron transportados a Guayaquil, en donde tuvo lugar una misa de réquiem en la Catedral. El cortejo fúnebre en Guayaquil también fue multitudinario.
Roldós y su esposa fueron enterrados en el Cementerio General de esa ciudad. Dos cruces de mármol blanco, en la Puerta 14 del Cementerio, marcan sus tumbas.
Desde el Papa Juan Pablo II hasta los gobernantes del continente y de todo el mundo hicieron llegar sus notas de pesar por este fatal suceso.
Su último discurso lo pronunció pocas horas antes de morir, en la ceremonia del Estadio Olímpico y mereció abucheos del público presente, debido a medidas económicas que había tomado la semana anterior:
"Hemos avanzado 21 meses, bajo un gobierno constitucional, cuando significa en países como el nuestro en los que ganar la estabilidad democrática, implica conquistarla día a día .... Ecuatorianos, fuimos serios y honestos. Seguimos siendo serios y honestos en todos y cada uno de nuestros planteamientos. Que no sean las palabras sino las obras, las que den el testimonio de nuestras intenciones, es hora del trabajo, el esfuerzo, la solidaridad, no de los paros, huelgas, amenazas, incomprensión o rumores. Probemos el amor de la Patria cumpliendo cada quien con nuestro deber. Nuestra gran pasión es y debe ser el Ecuador. Nuestra gran pasión, oídme; es y debe ser el Ecuador. Este Ecuador que no lo queremos enredar en lo intrascendente, sino en lo valeroso, luchador infatigable, forjando un destino de grandeza. El Ecuador heroico que triunfó en Pichincha, el Ecuador de los valerosos de hoy, heroicos luchadores de Paquisha, Machinaza y Mayayacu, inmolados en estas legendarias trincheras. El Ecuador heroico de la Cordillera del Cóndor. El Ecuador eterno y unido en la defensa de su heredad territorial. El Ecuador democrático, capaz de dar lecciones históricas de humanismo, trabajo y libertad. Este Ecuador Amazónico, desde siempre y hasta siempre. ¡Viva la Patria!".
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